1. En el primer caso les contaré de los implantes en el cuerpo humano. Sí. Aunque no lo crean, un marcapasos, por ejemplo, puede ser controlado fácilmente por un hacker. Es que es su propia señal inalámbrica la que lo hace tan susceptible a que cualquiera lo manipule. Lo que sucede es que con este sistema inalámbrico, cualquier persona que observe un desperfecto en quien lo utilice, puede realizar algunos ajustes para su correcto funcionamiento. Pero poniéndonos en el peor de los casos, que un hacker acceda a ese control del marcapasos puede significar una tragedia.
2. Otro de los objetos que puede ser hackeado con mucha facilidad es el monitor del bebé. Ese tipo de dispositivos que toda madre utiliza para estar pendiente de lo que hace su niño mientras duerme o lo deja en su cuarto. La señal que se emite desde el cuarto del bebé puede ser interceptada por un hacker, o incluso por cualquiera, cuando la frecuencia no está bien ajustada. Para evitar ello, hay que tratar de adquirir los monitores de la mejor calidad y descartar los que se ofrecen por menor precio.
3. Ahora, yendo al rubro de transporte, el auto que ustedes manejan también puede ser hackeado y llevarlos a sentirse más estresados que en cualquier día de tráfico en hora punta. La manera en que los hackers se apoderarían del control del auto es tan sencilla que se puede realizar en apenas un par de mensajes de texto. Si tu auto es hackeado, posiblemente se encienda solo y arranque sin que tu hayas pisado un instante el pedal del acelerador.
4. Siguiendo en este rubro, las puertas de los garajes eléctricos son un blanco fácil para los hackers, también. Imagino que ya muchos saben por qué. La vulnerabilidad de estos garajes ante los hackers es muy común, por eso, últimamente, se ha empezado a fabricar garajes eléctricos que cambian de códigos de manera continua, a fin de evitar los ataques.
5. Por último, lo más sorprendente: El cerebro humano. Aunque parezca un disparate, los avances en la ciencia están cada vez más cerca de llegar a un sistema de control sobre el cerebro de las personas. Lo que sucede es que muchos científicos se han puesto como meta lograr inmiscuirse en nuestro cerebro, debido a la gran capacidad de almacenamiento de datos que éste posee. Ya han experimentado con animales pequeños, como ratones, incluso gatos y simios, así que el hecho de que el cerebro humano sea puesto bajo el control de alguien más, está más cerca de lo que imaginamos.