lunes, enero 23, 2012

Si es importante que un gobernante sea culto


Hablando del desliz de Enrique Peña Nieto en la FIL de Guadalajara, muchos de sus seguidores se pusieron a defenderlo, diciendo que para gobernar no hace falta ser muy culto. Se ha dicho incluso que EPN es un "hombre de acción" no un "intelectual", como si eso fuera algo bueno. No veo porqué una cosa debería estar peleada con otra: los grandes estadistas de la historia han sido gente notoriamente culta e inteligente y al mismo tiempo decidida y resoluta. En efecto, las acciones deben estar guiadas por ideas, pues de lo contrario se cometen errores garrafales, y si quien los comete está en el poder, afecta la vida de todos.

En fin, para ilustrar este punto, les tengo algunos sencillos ejemplos, con ayuda de nuestro participante estrella, el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.




UNO: Como Umberto Eco resume muy bien en su brillante ensayo Algunas reflexiones sobre la guerra y la paz, en su libro A paso de cangrejo, hay diferencias cruciales entre la paleoguerra (o sea, la guerra como se ha hecho desde el inicio de los tiempos hasta la Segunda Guerra Mundial) y la neoguerra (o sea, la guerra como sucede después de la Guerra Fría y hasta ahora). En la paleoguerra los dos bandos se enfrentaban directamente con el objetivo de sojuzgar o destruirse el uno al otro. Pero en la neoguerra no se sabe dónde está el enemigo: no está en un territorio definido, separado del nuestro por una frontera, sino que está en todas partes y en ninguna, e incluso detrás de nuestras filas.

Más aún, en la paleoguerra las potencias beligerantes perseguían el objetivo de matar al mayor número de enemigos posibles, y aceptaban que muchos de los suyos también morirían. Esta resignación era compartida por los civiles también: el soldado muerto era un héroe y el honor cubría a la familia. En nuestros tiempos, y en sociedades con cierto nivel de desarrollo y calidad de vida, es casi imposible convencer a una familia de que la pérdida de uno de los suyos ha sido un heroico y necesario sacrificio que vale la pena. La gente ya no está dispuesta a tolerar las bajas propias. Es decir, si perdía a alguno de sus hijos en Normandía, a ningún gringo se le habría ocurrido protestar contra el presidente Roosevelt; pero hasta 2008, cada soldado americano muerto en Irak implicaba recriminaciones contra Bush. Y no se puede ganar una guerra si no se cuenta con el apoyo de la ciudadanía.

Ahora bien, Eco utiliza como ejemplo la guerra contra el terrorismo de EUA, que durante la administración Bush trató de pelearse como una paleoguerra, es decir, mandando al ejército directo a destruir al enemigo. Craso error (Obama lo ha hecho mucho mejor). Lo mismo se aplica a la guerra contra el narco de Calderón: se trataba de una neoguerra, con sus características principales: 1) Enemigos en todas partes, sin territorio definido, infiltado en la misma estructura que lo persigue 2) Una población civil que no está dispuesta a sacrificar su paz, tranquilidad y seres queridos cualquiera que sea el objetivo de esta guerra. Pero él trató de enfrentarla como si fuera una paleoguerra: mandando al ejército al frente y haciendo énfasis en el sacrificio necesario que todos debíamos hacer. Resultados: 60 mil muertos, dos tercios del país que lo odian (mas los que estamos expatriados) y muchos tiros que le salieron por la culata

En conclusión, Calderón la cagó por no saber de CIENCIAS SOCIALES



DOS: Obama llamó a Calderón "el Eliot Ness mexicano". Para los que no lo saben, Eliot Ness fue el policía que atrapó al poderoso gángster Al Capone. Ness intentó en un principio usar la fuerza directa para acabar con los criminales, pero sus primeros planes (como redadas y cateos) fueron frustrados porque la policía de Chicago estaba muy corrompida y le rolaban la información al mafioso. Entonces Ness decidió armar un equipo de policías incorruptibles (los legendarios "Intocables"), que hacían sus planes y orquestaban sus golpes sin decirle a los demás, para que la información no se filtrara, y poco a poco debilitaron a Capone. Pero Calderón no aprendió la lección de Ness y trató de hacer lo mismo: atacar con la fuerza sin antes depurar las corporaciones. Lo que es más, Calderón no quiso sólo atrapar a un Capone, sino a todos los Capones a la vez.

Más importante aún es que Capone fue finalmente capturado no mediante una redada que lo descubriera con las manos en la masa, sino porque los Intocables lograron echar mano a sus finanzas y así pudieron probar su enriquecimiento ilegítimo y su evasión de impuestos, con lo que metieron al mafioso a la cárcel. Sólo con un par de años y varios centenares de muertos, Calderón decidió empezar tarde (y muy timoratamente) a rastrear las cuentas bancarias y actividades financieras de personas y grupos relacionados con el narco, cuando medio mundo le dijo que eso era lo que debía hacer desde el principio.

Pero aún más importante es saber que jefes criminales como Al Capone se hicieron tan poderosos porque traficaban con alcohol y eso porque a alguien se le ocurrió la maravillosa idea de prohibir el alcohol en la Unión Americana (prohibición estúpida que se quitó hasta los años 30's). La legalización del alcohol no acabó con el alcoholismo, pero sí con los Al Capones. Pero ahí tienen a Calderón, insistiendo en que continuará luchando "para que la droga no le llegue a tus hijos".

En conclusión, Calderón la cagó por no saber de HISTORIA



TRES: El GT200 es un supuesto "detector molecular" capaz de rastrear hasta 300 tipos de sustancias como drogas, armas y explosivos (las primeras las puede detectar al interior del cuerpo hasta 2 semanas después de haber sido consumidas). Además, no requiere de una fuente de energía externa, sino que funciona con la energía de quien la porta. En otras palabras, es una varita mágica milagrosa que hace de todo. La compañía inglesa que la produce la ha vendido a potencias primermundistas como ¡Tailandia! y, por supuesto, México. El gobierno mexicano gastó más de 17 millones de pesos en la compra de 700 de estos aparatos.

El problema: ¡no sirve! Cualquiera con conocimientos rudimentarios de física y química se daría cuenta de inmediato que las supuestas propiedades de este producto milagroso (el equivalente a gran escala de las pendejadas que venden los infomerciales) no pueden ser verdad por contradecir principios científicos muy básicos. Desde un inicio, la comunidad científica mexicana ha criticado al gobierno por haber caído en este fraude tan gigantesco ¡hasta el gobierno británico advirtió a otros países para que se cuidaran del fraude! La CNDH informó que unos mil cateos ilegales contra civiles inocentes se han llevado a cabo por culpa de indicaciones falsas de estos aparatos (que, por supuesto, no encontraron nada).

En conclusión, Calderón la cagó por no saber de CIENCIA




Venga, ni siquiera tenía Calderón que saber él mismo de todas estas cosas, sólo tenía que tener en su equipo gente que lo supiera. Pero sucede que, por lo visto, él ni siquiera valora este tipo de conocimientos, pues no hizo parte de su gobierno a quien sí los tiene. Y el desdén hacia los conocimientos de otros es marca de gente ignorante.

Así que, si vuelven a escuchar el argumento de que para gobernar nada más hay que saber un poco de administración, un poco de diplomacia y un poco de economía, ya saben qué responder. 
Gobernar es mucho más que eso: no es que haya que ser un intelectual, pero sí que hay que valorar el conocimiento, tenerlo cerca, saber cuándo y cómo aplicarlo. Cuando alguien desdeña el conocimiento y al mismo tiempo tiene el poder, surgen situaciones muy peligrosas, de las que se pueden encontrar decenas de ejemplos sólo en tiempos recientes y entre gobernantes de todos los colores e ideologías.

No hay que dejar que la ignorancia tome el poder

1 comentario:

Anónimo dijo...

A pesar de decir algunas verdades, la forma de expresarte amigo denota tu desamor a tu patria.
deberias sumarte y no restar, pues para abrir el pico hasta el pajaro mas nalgon...
alivianate.